Siempre resaltamos lo singular de cada proceso de rehabilitación de una estructura. Lo que os queremos contar hoy es un ejemplo claro. Durante estos meses de verano hemos trabajado en el refuerzo de la estructura de un edificio, ya que había que aprovechar un periodo de menor actividad para ejecutar la obra completa. Se trataba, además, de hacerlo con el menor impacto posible, tanto para no alargar los plazos como para reducir los recursos necesarios. Ello requería de una actuación quirúrgica, observar en detalle la estructura y diseñar un proceso ad hoc que se pudiera llevar a cabo de modo óptimo.

Entre los retos concretos que tuvimos que afrontar, está por ejemplo el tener que soldar las piezas metálicas de refuerzo en espacios, por lo general, encajonados y reducidos. Como se aprecia en alguna de las fotos inferiores, para efectar lo mínimo pósible, en la pared se abrieron únicamente los huecos frontales donde estaban las partes de las vigas que había que reforzar. De este modo, el margen de maniobra era escaso, además, en otros casos, aunque la pieza a reforzar ya estaba destabapa, se encontraba próxima a una pared o en condiciones donde el acceso tampoco era óptimo en todas sus caras. Eso nos llevó a diseñar las piezas de refuerzo, que se ven apiladas en otras de las fotos inferiores, de un modo que facilitaran el proceso de soldado dadas estas condiciones.

Al final, es siempre observando la singularidad de cada proceso en detalle, como aparecen las soluciones que permiten ir allanando el camino. Hace un par de meses compartimos nuestros dossier de obras innovadoras, donde ilustramos algunas de estas soluciones a través de una selección de obras de hemos llevado a cabo estos últimos años.

Betazul_premio_sika_2022_estructura
Sustitución de apoyos de la estructura en la AP-7