Este pasado 17 de octubre, dentro de la jornada de la Cátedra Sika celebrada en la Universidad Politécnica, hablamos de las actuaciones llevadas a cabo por nuestra parte en el Hipódromo de la Zarzuela los pasados años. La jornada llevaba por título: Integración de técnicas de reparación para la extensión de la vida útil de las estructuras de hormigón.
El Hipódromo de La Zarzuela se empezó a construir en 1935, la obra estaba prácticamente terminada en 1936, pero no se inauguró hasta mayo de 1941 debido a la Guerra Civil. Vino a sustituir al antiguo hipódromo de La Castellana y en el concurso concurrieron nueve proyectos, resultando ganador el firmado por los arquitectos Arniches y Domínguez y el ingeniero Eduardo Torroja.
Estamos hablando de un referente de la arquitectura moderna de España en el que, dentro de su belleza singular, destaca la construcción de las viseras de las tribunas, una innovadora y premiada idea del ingeniero Eduardo Torroja. La obra supuso una auténtica innovación en los sistemas de construcción y conserva su estructura tal y como se proyectó, tras ser reparada de los impactos que sufrió durante la guerra civil española. Todavía hoy sigue siendo visitada asiduamente por especialistas nacionales y extranjeros. El Hipódromo, además de haber sido Premio Nacional de Arquitectura, fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento y sus tribunas están catalogadas como Monumento Histórico Artístico.
Rehabilitación, primera fase
Betazul, en esta primera fase, se encargó de rehabilitar las viseras de las tribunas. Como procedimiento previo, se limpió la superficie de hormigón pintada, tanto en pilares como tirantes, con una hidrolimpiadora de alta presión. Luego, por medios manuales y mecánicos, se retiró la lámina asfáltica colocada sobre el soporte de hormigón. Más adelante, se llevó a cabo la reparación de la cala de hormigón, tanto en el paramento inferior como en la parte superior de la cubierta, donde también se regularizaron las zonas descarnadas. La recomposición de la zona del borde de la cubierta, en la zona del canto, y de la parte superior, fue el siguiente paso, para seguidamente reconstruir las fisuras inyectadas, recuperando con ello la superficie del hormigón inicial. Se ejecutó, asimismo, el sellado superior e inferior de la junta entre las dos losas de la cubierta. En esta fase también se llevó a cabo el recrecido de algunos elementos estructurales. Para finalizar, se protegió toda la estructura de hormigón con pintura anticarbonatación.
Rehabilitación, segunda fase
En la segunda fase de la reparación se procedió, por un lado, a la inyección de las fisuras del hormigón. Para ello, en las zonas donde la losa tenía poco canto, se verificó primero si las fisuras eran pasantes, desde la cara inferior a la cara superior. Se realizaron luego taladros a lo largo de todas ellas y se dispusieron cánulas de llenado, en los puntos bajos, y cánulas de purga en los puntos altos. Se sopló la fisura con aire a presión para limpiarla y se selló la parte inferior. A continuación se procedió al llenado de la fisura a través de las cánulas inferiores. Una vez terminada la inyección, se cortaron las cánulas y se selló la superficie. En esta fase también se procedió a la reconstrucción de la superficie de hormigón con la reparación de las calas de hormigón en la zona de paramento visto, para luego reconstruir la sección perdida con la aplicación del mortero de reparación. Finalmente, se realizaron los trabajos de protección de la estructura con pintura anticarbonatación; esta solución produce una superficie de acabado de color gris mate, similar a la del hormigón, y así aporta uniformidad estética.
Este proceso de rehabilitación, diseñado por Junquera Arquitectos, ha sido clave para que la obra siga manteniendo su esplendor. Cada una de las dos fases de reparación nos llevó a ganar el Premio Sika de esta categoría. Y, la rehabilitación en conjunto, recibió un premio por parte de COAM, otro en la XII Bienal de Arquitectura y también fue reconocida en los Docomomo Rehabilitation Award por la preservación y puesta al día de una obra de carácter vanguardista.




